RAJAE RAQNI

Rajea Raqni es el resultado de varios trabajos realizados sobre una guitarra de gama baja para conseguir ciertas mejoras y convertirla en una pieza diferente. A esta fecha está inacabada aunque está previsto su remate en breve.

 

Los trabajos que se realizaron sobre esta guitarra fueron pocos pero, sin embargo, el resultado final fue muy bueno. La guitarra de la que partimos fue una guitarra de gama baja modelo Stratocaster. Una guitarra de iniciación que termina arrumbada en cualquier esquina. Esta foto muestra cómo era antes de empezar los trabajos.

 


 

Al desmontar la guitarra se puede apreciar que el cuerpo no es de madera. Es de algún tipo de material prefabricado sin consistencia ni peso apropiados. A través de los agujeros de los tornillos se puede apreciar que es de color blanco. La electrónica no es muy buena y el mástil está pasable. La verdad es que no hay mucho que hacer con este despiece pero cualquier trabajo la mejoraría notablemente.

 


 

Lo primero que pensamos fue en cambiar el cuerpo por algo mejor y la mejor opción era fabricar uno a partir de un trozo de madera, así que nos pusimos a recorrer todas las carpinterías en busca de un buen trozo de madera del que extraer un cuerpo. Esto que parece a priori una tarea sencilla, es del todo imposible. Nadie trabaja con madera de verdad. Encontrar madera en una carpintería, aunque parezca una incongruencia, es muy complicado. Actualmente se trabajan materiales prefabricados o materiales demasiado blandos como el pino o el abeto.

 

La única forma de conseguir materiales más acordes con una guitarra es adquirirlos en tableros gigantescos a unos precios superlativos. Por estas razones terminamos por decidirnos a adquirir un cuerpo de aliso con forma de Stratocaster y montar sobre él todos los componentes.

 

En la fotografía del cuerpo se aprecia que no hay hueco para meter el trémolo. Uno de los mayores problemas que tenía originalmente esta guitarra era la afinación. En los modelos de gama baja los trémolos que se montan suelen ser bastante malos y provocan serios problemas de afinación. La primera intención era dejar el trémolo fijo al cuerpo con ayuda de tacos de madera que hicieran presión pero ganaríamos más sustituyendo el puente flotante por uno fijo.

 

Cuando compramos el cuerpo habíamos pensado en recortarlo con alguna forma diferente pero después de tenerlo en las manos y ver la buena calidad que tenía decidimos montarlo tal cual sin aventurarnos en dejarlo inservible, así que pedimos materiales y herrajes para que ganara en calidad y, ya de paso, dejarla con un toque diferente.

 


 

 

Lo siguiente fue montar el mástil en el cuerpo y taladrar los agujeros para colocar el puente y el cordal. Colocar el puente y el cordal es una tarea bastante compleja. La dificultad que tiene es colocarlos en su sitio. El caso es que tienen que estar muy, muy exactos para que después se pueda quintar la guitarra. Los patines que lleva el puente tienen unos pocos milímetros de margen y si el puente queda mal puesto, se acabó. También parece que el mástil quedó demasiado alto pero no tocamos nada hasta ver cómo quedaban el resto de componentes.

 

Una vez puesto el puente y el cordal ajustamos el mástil para que quedara completamente derecho. Montamos el resto de componentes. En un principio parecía que el mástil iba muy alto pero se queda en su sitio. Por construcción, las guitarras que llevan puente fijo del tipo que le hemos montado a Rajae Raqni llevan una cierta inclinación del mástil con respecto al cuerpo. En un cuerpo de Strato esto no ocurre y el mástil se queda perfetamente alineado. Al llevar el puente fijo, que es mucho más alto que el trémolo que llevaba originalmente, toda esa altura que gana en el puente tiene que llevarla de más en el mástil también. Se queda un poco rara pero no queda nada mal. Veremos a ver cómo queda cuando esté lista.

 


 

Aquí está el resultado final. Después de montarla entera nada más que hubo que quintar la segunda cuerda un poco, pero poca cosa. Las demás cuerdas están perfectamente en su sitio. Hemos ganado algo en el sonido pero apenas hay diferencia con lo que había antes. Hay que pensar en cambiarle las pastillas para que gane algo más.

 


 

 

Rajae Raqni está acabada. Lo lógico hubiera sido pintar las piezas antes de montarla pero como no sabíamos si el resultado final iba a ser satisfactorio, decidimos probarla antes de pintarla. Ya queda decidirnos sobre cómo pintarla. Una opción buena hubiera sido pintar el cuerpo en blanco. Queríamos pintarla blanca y que llevara todos los componentes en negro. El problema es que los componentes negros que hemos comprado son marca Fender y las pastillas y selectores son de otra marca diferente. Hay algunas piezas negras que no podemos utilizar y ya no quedará como nos gustaría. Otra opción es pintarla naranja, que combina muy bien con el negro y con el blanco. O negra entera. Lo dejaremos para otro episodio.

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