Calandria Club fue el resultado de combinar varios valores importantes, como son la amistad y el amor por la música, con una serie de casualidades brillantes y mucho trabajo a nuestras espaldas, que dieron lugar a que una idea surgida de la nada terminara siendo una banda con mucho que decir en el ámbito musical. Calandria Club resultó ser un proyecto muy especial con el que conocimos gente fantástica, reforzamos buenos lazos de amistad, crecimos como músicos y nos desarrollamos como personas.
Al cargo de la parte vocal de la banda estaba una guapa morena capaz de dejar con la boca abierta a cualquiera que la escuche cantar. Fini tiene una voz armada, potente y redonda que hacía que las interpretaciones de Calandria Club brillasen con luz propia. Esta sensual mujer llena el escenario y lo pone patas arriba como si fuera un descarado torbellino de magia.
Ranuchi y su bajo blanco imprimían a la música de la banda la oportunidad de que el corazón te pueda latir al compás de un continuo y sincero groove que hace que los pies se despeguen del suelo. Sin duda, este showman nato aportaba a Calandria Club un toque de humor y chispa que hacía de los ensayos y de las reuniones de la banda auténticos festivales de risas y buen rollo.
Llegamos a las seis cuerdas de la banda con un hombre sereno y templado que hacía que las melodías de la banda brotasen de sus dedos y se transmitieran de una bella forma a su guitarra. José Luis lleva el corazón a su máximo exponente al aplicar pasión y alma a partes iguales en su forma de tocar. Consigue envolver al espectador con un magnético sonido que te atrapa y no de teja escapar.
Haciéndose polvo con las baquetas tuvimos a Fran sentado detrás de la batería. El último fichaje de Calandria Club supuso un enorme respiro en lo que veníamos haciendo hasta ahora, porque nos dejó inmersos en frenéticos ritmos con grandes momentos para la música. Fran nos trajo un nuevo aire mucho más rockero que hizo que las interpretaciones de la banda tuviesen más personalidad y mucha más vida.
Cerraba esta formación un músico con muchas horas de vuelo con la guitarra en la mano que aportaba a la banda pasión por la música y muchas ganas de tocar. Juan Trece deja en la música su toque irreverente y desenfadado además de buenas dosis de adrenalina en sus interpretaciones, porque realmente vive la música desde dentro del cuerpo, desde dentro del alma.
UN POCO DE HISTORIA
Calandria Club fue la evolución de un proyecto que arrancó en los primeros días de octubre de 2015. Por aquellas fechas fue cuando comenzó a gestarse en las cabezas de Juan Trece y de José Luis la idea de montar una nueva banda para hacer versiones, sin saber muy bien cómo iba a salir, así que José Luis a la guitarra y Juan Trece al bajo daban comienzo un proyecto nuevo con el que ilusionarse y por el que luchar a tope.
La idea original se basaba en formar una sólida base musical de bajo y guitarra para tocar con cualquier cantante que pudiera ir surgiendo. Se escogieron varios clásicos de la música internacional para preparar y empezó la tarea de buscar cantantes con los que tocar. Y apareció Fini y su sinuosa forma de cantar, y a partir de ahí cambió la idea que se había previsto en un principio en favor de crear una banda estable con Fini a las voces porque es fascinante escucharla cantar. El nombre que se adoptó de manera provisional para este proyecto fue Un día sin alcohol, hasta que apareciera el nombre definitivo.
Los primeros ensayos dieron lugar a la consolidación del trío como una banda estable que muy pronto dio sus frutos teniendo la oportunidad de tocar en directo un par de temas en el show de alumnos de la Escuela de Música de Almería, en diciembre de 2015, llevando como nuevo nombre provisional Guachi Guarui. Fue una experiencia genial hacer un pequeño directo con tan poco tiempo de historia y sentó las bases para definir a ese grupo de tres personas como una banda con mucho que decir en el ámbito musical. Aquella fantástica experiencia de tocar en directo en la EMMA se repitió en junio de 2016, con unas bases mucho más asentadas y con una cohesión mucho mayor en la banda, más complicidad y mucha más solidez en las interpretaciones.
Aquellas dos apariciones en directo y las ganas de prosperar y seguir creciendo hicieron que arrancara la idea de fichar un nuevo miembro así que, ya metidos en septiembre de 2016 Juan Trece deja el bajo para volver a colgarse la guitarra y la banda ficha a Ranuchi como bajista. Y es a partir de ese momento, con una formación de cuatro personas y trabajando mucho, cuando surge Calandria Club como una banda completa y unas interpretaciones compactas y sólidas.
En formato de cuarteto, la banda duró muy poco tiempo, ya que pronto comenzaron a desfilar algunos baterías, aunque sin demasiado éxito, todo hay que decirlo. Finalmente, esta formación quedó completamente cerrada con el fichaje de Fran para que se hiciese cargo de la batería. Calandria Club, ya convertida en un quinteto, emprendió una nueva etapa con una música mucho más sólida, completa y compacta.
Esta nueva etapa tuvo una breve historia de poco más de un año hasta que, en los primeros meses de 2018, Fini abandonaba el grupo, terminando así la historia de Calandria Club.